segunda-feira, 22 de agosto de 2016

Río conduce a Tokio

En la ceremonia de clausura en el mítico estadio Maracaná, se produjo la última entrega de medallas de los Juegos, a los vencedores de la maratón varonil

Río 2016 ya es historia. La XXXI Olimpiada ya es historia. Los primeros Juegos Olímpicos celebrados en Sudamérica ya son historia. La lid bajo los cinco aros de la urbe carioca bajó sus cortinas este domingo, con la ceremonia de clausura efectuada en el mítico Estadio Jornalista Mário Filho, o simplemente Maracaná.
En ese templo del fútbol brasileño se apagó la llama olímpica, que desde el 5 de agosto pasado arde y es testigo de las múltiples hazañas atléticas, y se entregó el relevo de la cita estival a Tokio, la gran ciudad japonesa que organizará el magno evento dentro de cuatro años.
“Llegamos como huéspedes, nos vamos como amigos. Fueron unos Juegos maravillosos, en la Ciudad Maravillosa”, sentenció el presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach, quien dio por clausurados los Juegos en medio de una colorida ceremonia de despedida, aderezada por todo el sabor del Carnaval de Río, emblema brasileño.
Si bien en la apertura hubo un claro mensaje medioambiental, ahora predominó un ambiente más callejero. “La idea es hablar del arte creado por la gente, y es por eso que el Carnaval es un aspecto ineludible”, explicó la directora creativa del espectáculo Rosa Magalhães.
Como en el adiós de Londres hace cuatro años, cuando los brasileños ocuparon una parte de la clausura, ahora la próxima sede tuvo un espacio especial, preámbulo de lo que viene en Tokio 2020, con una puesta en escena basada en las milenarias tradiciones culturales de Japón y las crecientes innovaciones tecnológicas del país asiático.
“Queremos mostrarle no solo a las personas de Río, sino también de todo el mundo que estamos muy entusiasmados de ser sede de los Juegos en 2020”, comentó Hidemasa Nakamura, director de planificación del espectáculo de inauguración.
Lo cierto es que su presentación no desentonó en lo más mínimo, con la presencia de dibujos animados y videojuegos como protagonistas fundamentales, tanto que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, interpretó el popular personaje Super Mario de los juegos de consola.
Además, se produjo la última entrega de medallas de los Juegos, a los vencedores de la maratón varonil. El oro fue para Eliud Kipchoge, de Kenya, la plata del etíope Feyisa Lilesa y el bronce en manos de Galen Rupp, de Estados Unidos.
El presidente del Comité de Río 2016, Carlos Nuzman, expresó que la ciudad ha sido el mejor lugar del mundo, y allí se ha visto el triunfo del deporte, motivo para disfrutar. “Los Juegos de Río quedarán para siempre en la memoria de los hombres y mujeres que los hicieron realidad. Muchas gracias a todos y suerte para Tokio 2020”.











LUCHA LIBRE

Estreno sin podio


Ninguno de los dos luchadores cubanos del estilo libre pudo subirse al podio en la apertura de esta modalidad en los XXXI Juegos Olímpicos, una velada en la que dos predestinados por los pronósticos para ser finalistas no llegaron a esa instancia

RIO DE JANEIRO.—Ninguno de los dos luchadores cubanos del estilo libre pudo subirse al podio en la apertura de esta modalidad en los XXXI Juegos Olímpicos, una velada en la que dos predestinados por los pronósticos para ser finalistas no llegaron a esa instancia.
YowlysBonne (57 kg) perdió en la disputa de la medalla de bronce frente al iraní HasamRahimi y según su entrenador, Julio Mendieta fue a causa de una concepción táctica errónea. “A este nivel se tienen muy pocas posibilidades de éxitos apostando al contraataque, como lo hizo él en el combate por el tercer lugar”, expresó.
Bonne derrotó en su primera salida al uzbeko AbbosRachmonov por 7-3; venció al senegalés Adama Diatta por 4-1 y perdió 8-4 con el japonés Rei Higuchi, enterrador de uno de esos sagrados en la profecía antes de llegar aquí, justamente Rahimi, subtitular mundial del 2015 y ganador de la Copa del Mundo de ese año.
A nuestro juicio,Bonne se desempeñó bien hasta ese último combate con el gladiador de Irán, pues incluso frente a Higuchi, viniendo de abajo alcanzó empatar con uno de esos contragolpes, que también le trajeron consecuencias adversas en este pleito, pues era presa fácil su pierna delantera. Tanto con el asiático como con Rahimi, esa fue su principal deficiencia y no resolverla le costó no colgarse una presea. Mendieta, además, aseguró que “él no atacó como nos tiene acostumbrados, fíjate que en cada una de las victorias era él quien proponía la ofensiva”.
En los 74, Liván López desde su estreno con FrievNaskidaeva, que de español solo tiene la inscripción en estos Juegos, se vio con deuda física sobre el colchón. Aunque venció 6-2, extrañamos su fogosidad, velocidad y combatividad en cada presentación. En su segundo combate, el kazajo GalymzhanUsserbaye, le demandó mucho más y pese a ir delante 3-0 en el primer parcial, le marcaron siete unidades en un pestañazo. Sacó a relucir ese extra que siempre le hemos visto y logró pegarse 7-8. Sin embargo, otra vez el físico le jugó una mala pasada: con una buena presa y al filo del límite del área, les faltaron fuerzas para conseguir al menos un punto que le diera el empate y la victoria, pues en la lucha el que marca último gana, es decir, ríe mejor.
Sin embargo, se fue cabizbajo entre otras cosas porque, como ocurrió, su vencedor no poseía la calidad para seguir avanzando en el organigrama y mandarlo al repechage por la medalla de bronce.
Hoy Reinieris Salas, en 86, debe salir airoso de su primer encuentro, pero en la segunda parada estaría con el boricua Jaime Espinal, subcampeón olímpico, o el turco SelimYasar, segundo del pasado mundial. “Como ves son organigramas bien complejos, siempre con mucha demanda y para avanzar no se puede cometer ni siquiera un error, porque cuesta”, afirmó Mendieta.

El atletismo quedó como gran deudor

En el caso de la delegación cubana —41 atletas al restar las bajas de Dayron Robles y Pedro Pablo Pichardo—, muy pocos fueron los que dejaron un sabor agradable

Solo con el bronce de Denia Cabellero accedió Cuba al podio. Foto: Getty Images
RÍO DE JANEIRO.—Las actuaciones del relevo varonil de 4x400 metros planos en la noche sabatina y del maratonista Richer Pérez en la mañana dominical hicieron olvidar de mo­mento las desdichas del atletismo cubano en los Juegos Olímpicos Río 2016.
No es que hayan obtenido medallas. Agradan las subidas al podio. Es verdad. Pero no lo son todo en el deporte competitivo. A veces se hace el máximo posible o más allá y las medallas no llegan. Pero queda la satisfacción.
En el caso de la delegación cubana —41 atletas al restar las bajas de Dayron Robles y Pedro Pablo Pichardo—, muy pocos fueron los que dejaron un sabor agradable. Ni siquiera marchó conforme la única medallista, la bronceada Denia Caballero, quien como muestra de dignidad deportiva reconoció su culpabilidad en no lanzar el disco sobre los planificados 67 metros o más.
Una laureada a montones como Yarisley Silva y menciono solo las más importantes: subcampeona olímpica 2012, mo­narca mundial bajo techo 2014, monarca mundial al aire libre 2015, recordista de la Liga de Diamante con 4.84 este año, tan cerca como en junio pasado, admitió que tuvo un mal día al no poder con 4.70 y aceptar un séptimo puesto compartido.
Los pupilos del técnico Gabino Arzola en las pruebas múltiples sí pudieron sacar la cara. Y ninguno obtuvo medalla.
Yorgelis Rodríguez séptima con récord nacional en el heptatlón y Leonel Suárez sexto en decatlón con el mejor total después de su bronce de Londres.
Igual, los discípulos de Eloína Kerr mostraron todo su esfuerzo, como Yoandys Lescay, que ni llegó a la final, pero se le vio dejar alma y corazón en la pista con la mejor carrera individual de su vida. Luego volvió a sobresalir con sus compañeros del relevo William Collazo, Adrián Chacón y Osmaidel Pellicier, firmantes de un sexto lugar con el cuarto registro cubano de todos los tiempos y la segunda mejor actuación olímpica después del metal plateado alcanzado en Barcelona 1992 cuando corrían estelares como Roberto Her­nández y Norberto Téllez, y delante del séptimo lugar de Montreal 1976 impulsado por Alberto Juan­to­rena.
En la clasificación hicieron su mejor marca del año pegada a los tres minutos y ya eso hubiera bastado para una despedida aceptable. Pero al clasificar por los azares del destino (descalificados dos relevos importantes), prometieron mejorar y lo cumplieron.
Lázaro Martínez llegó a la final del triple y sin embargo el octavo lugar nunca recibió el brillo de un salto efectivo. Ni acercarse a los 17 metros pudo. Menos Ernesto Revé, que ni clasificó. Y la escuela cubana tiene un sobrado prestigio que está obligada a defender siempre, como él mismo lo ha hecho anteriormente, pues tiene nada menos que tres títulos mundiales por edades, uno sub 18 y dos sub 20 años.
Richer Pérez luchó y luchó durante 42 kilómetros y 195 metros, quedó en el lugar 46 (entre 155 que tomaron la partida) con un tiempo en el entorno de sus mejores resultados (dos horas, 18 minutos, cinco segundos) y sin embargo, dejó un mejor ambiente porque ningún cubano jamás corrió tan rápido bajo los cinco aros y el lugar ocupado es el más destacado de los últimos 40 años y el segundo histórico, después del 33 de Rigoberto Mendoza en Montreal 1976, sin corredores de África.
Presenciamos en Río una faena olímpica decepcionante del atletismo. La más pobre de toda la etapa del deporte revolucionario. Por medallas, hasta en Tokio 1964 fue conquistada una de plata por Enrique Figuerola, frente al solitario bronce de Denia Caballero ahora.
Por puntos apenas se sumaron 16.5 y ese total solo supera únicamente a los 11 de la misma cita japonesa. Desde Ciudad México hasta la fecha siempre hubo más. ¿Qué pasó? Es lo que tendrán que definir las autoridades y técnicos de este emocionante deporte.

Alba no amaneció en Rio

El taekwondoca Rafael Alba quedó sin medallas al caer frente al uzbeko a Dmitriy Shokin
Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
RIO DE JANEIRO.— El cubano Rafael terminó sin medallas en su estreno olímpico en esta ciudad al caer frente al uzbeko a Dmitriy Shokin, en el cierre de las competencias de taekwondo de la XXXI Olimpiada.
Al santiaguero se le exigía una final o al menos muchos pensaron en que estaría en esa instancia, pero a nuestro modo de ver una merma física al final del tercer asalto de su segundo duelo, marcó el ritmo del tiempo extra en el cual cayó frente Shokin, quien llegó aquí con la condición de mejor hombre de este peso en el mundo, por su aval de primero del ranking y actual campeón del orbe.
Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
Ese duelo significaba y marcaba la aspiración de Rafael. Llegó allí tras derrotar ampliamente al tunecino Trabelsi por 13-3, mientras su oponente sudó un poco más ante el chino Qiao hasta que le venció de manera holgada por 15-8.
Instalado el choque que podría considerarse como una final, las acciones se movieron no a la altura de ambos contendientes, pues los dos entraron en un modo conservador que dejó solo en un punto los seis minutos reglamentarios. La marca fue del uzbeko para empatar tras cinco minutos debajo por doble penalización.
En la regla de oro o tiempo extra, ninguno de los dos aportó unidades en la pizarra y aun cuando Shokin fue penalizado por una caída resultó vencedor, pues fue quien mantuvo la iniciativa de ataque en los dos minutos anexados. De esa manera el uzbeko lo vence por segunda ocasión, y en ambas más allá de los seis minutos.
Si me pidieran una apreciación del combate, con la salvedad de no ser un especialista, creo que no vimos al Alba que esperábamos. El que estamos acostumbrados a ver no deja de atacar; su velocidad y temidas piernas siempre han puesto en retroceso a sus oponentes. Al parecer el árbitro y los jueces también vieron lo mismo.
Fue imposible conversar con Rafael, su estado y el revés lo sepultaron en el silencio y se lo respetamos. Luego, cuando fuimos a buscar a su entrenador Roberto Cardenas se produjo la derrota del uzbeko 8-1 ante el nigeriano Issoufou, que de paso le impidió al cubano seguir batallando por el podio.
A Cárdenas ya no lo pudimos ver, pues se retiraron de la Arena Carioca 3 y fue Carlos Banasco, el presidente de la Federación Cubana, quien gentilmente atendió a la prensa. “El combate es como mismo tú lo has descrito. En el taekwondo todos los cambios que se han producido, las dimensiones del área de competencia o la mayor cantidad por golpes a la cabeza, es para favorecer la ofensiva. Alba no tuvo la iniciativa en el tiempo extra y eso le costó, es así de sencillo, había que atacar y no lo hizo, o lo hizo considerablemente menos que su adversario”, afirmó.

Golpe a golpe, así caminó el boxeo

Este deporte vuelve a hacer una valiosa contribución al medallero en el cierre de los Juegos. Solo cuatro campeones mundiales elevados a la gloria olímpica

Robeisy y Arlen se despidieron con demostraciones convincentes. Foto: especial para Granma, Roberto Morejón,
RÍO DE JANEIRO.—Nuevamente el boxeo cristalizó un cierre decisivo en el que, como dijo el técnico Rolando Acebal, nuestros dos últimos finalistas salieron a ganar “de todas, todas”.
Los oros de Robeisy Ramírez (56 kg, sexto bicampeón olímpico de Cuba a sus 22 años de edad),Arlen López (75) y Julio César la Cruz (81), sumados a los bronces de Johanys Ar­gilagos (49), Lázaro Álvarez (60) y Erislandy Savón (91), ubicaron al elenco en el segundo escaño del medallero (3-0-3), aventajado por Uzbequistán (3-2-2), que también presentó equipo completo.
Detrás les siguieron Kazajstán (1-2-1), Fran­cia (1-1-2), Rusia (1-1-2), Brasil (1-0-0), Azer­baiyán (0-1-1), Gran Bretaña (0-1-1), Estados Unidos (0-1-1), Colombia (0-1-0), China (0-0-1), y otro grupo de países con solo un bronce.
Cuba llevó a Londres 2012 ocho exponentes y consiguió dos títulos e igual cantidad de bronces. Aquellos premiados repitieron en di­ferentes divisiones, como Robeisy Ramírez, oro en los 52 kg cuatro años atrás, y el monarca de entonces en los 64, Roniel Iglesias, eliminado en los 69. Lázaro Álvarez, tercero de la cita londinense en los 56 —ascendido a los 60—, volvió a ocupar la misma plaza; mientras Yasnier Toledo, bronce en los 60 en el 2012, no pasó de su segunda salida en los 64 kg.
REALIDADES SOBRE EL RING
No pocos aficionados presagiaron más de tres oros para la decena de pugilistas cubanos, vaticinios lanzados, esencialmente, a partir del éxito de los Domadores sobre los Corazones de León británicos, primer lugar que selló su impecable trabajo en la VI Serie Mundial. Los vencedores acumularon 56 victorias en 60 salidas, ro­tando sobre el encerado a 20 pugilistas.

Aun cuando nuestros hombres sobre el ring en esta Olimpiada no alcanzaron el propósito de sobrepasar los tres títulos, a la luz de la actuación general de la delegación, vuelve el boxeo a ser una de las disciplinas —junto a la lucha grecorromana (2-1-0) con cuatro competidores— de ma­yor eficiencia.
El jefe de entrenadores Rolando Acebal, consultado por Granma después de efectuados varios carteles, consideró difícil sobrepasar los tres oros, debido a la calidad mostrada por los rivales en esta lid de nuevo formato, en la que cuando algunos están casi terminando su faena, otros no han debutado.
Se conoció que varios jueces-árbitros quedaron excluidos de la competencia por la Asociación Internacional de Boxeo debido a reclamaciones frente a desacertados veredictos. Acebal en ningún momento achacó a esas decisiones erradas los reveses de Lázaro Álvarez, Roniel Iglesias, Yasnier Toledo y Erislandy Savón, quienes pudieron hacer más por el triunfo, según ratificó el jefe de entrenadores una vez concluido el evento.
TRES MONARCAS DEL ORBE CON ORO
En las 25 ediciones olímpicas del boxeo, Estados Unidos mantiene el liderazgo con 50 preseas doradas, 24 plateadas y 39 de bronce. Sin embargo, trajo a Río seis contendientes (49 kg, 52, 56, 60, 64, 75) que resultaron reducidos a la presea plateada de Shakur Ste­venson (56) y al bronce de Nico Miguel Her­nández (49). Cuba ascendió a 37 de oro, permanece en 23 de plata y elevó a 41 sus terceros lugares.
De los 286 boxeadores de 76 naciones que rivalizaron, solo dos monarcas de la cita londinense, Robeisy Ramírez y Roniel Iglesias, animaron la fiesta, en una batalla donde se involucraron los diez campeones del mun­dial de Catar 2015 y únicamente Arlen López (75), Julio César la Cruz (81), el ruso Evgeny Tishchenko (91) y el francés Tony Yoka (más de 91) tocaron la gloria olímpica, amén de otros dueños de plata y bronce del orbe eliminados en el camino.
CAMPEONES POR DIVISIONES
49 kg: Hasanboy Dusmatov (UZB). 52: Sha­khobidin Zoirov (UZB). 56: Robeisy Ra­mí­rez (CUB). 60: Robson Conceiçao (BRA). 64: Fa­z­liddin Gaibnazarov (UZB). 69: Daniyar Yeleu­ssinov (KAZ). 75: Arlen López (CUB). 81: Julio César la Cruz (CUB). 91: Evgeny Tishchenko (RUS). Más de 91: Tony Yoka (FRA).

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