Brasil anhela lograr su mejor actuación histórica, ubicarse entre los diez primeros del medallero en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, según afirmó recientemente Carlos Nuzman, titular del Comité Organizador del clásico.
Las autoridades deportivas auriverdes aseguran que —aun en época de crisis económica— la preparación de sus jóvenes estuvo a tono con el interés de dar un salto cualitativo. El próximo 31 de julio más de 460 anfitriones entrarán en la Villa Olímpica, cifra muy superior a los cerca de 270 en Londres 2012.
Allí coincidirán dos de los tres campeones de la cita precedente: la judoca Sarah Menezes (48 kg) y el equipo femenino de voleibol (oro del Grand Prix’16). También sobresalen el masculino de voli (plata de la Liga Mundial’16), junto a la pertiguista Fabiana Murer (4.87 metros, lo mejor reconocido en el año); el nadador Tiago Pereira, plata en 400 metros combinados en Londres, el voli de playa, además de la selección de fútbol, que cayó ante México en la final cuatro años atrás. Son solo algunos con opciones reales de éxito.
DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO
Una mirada a las cuatro fiestas estivales efectuadas a partir del advenimiento del siglo XXI revela que, aun cuando los brasileños serán apoyados por su apasionada barra, incluirse entre los diez primeros del medallero es un alto propósito.
En Sydney 2000 (Cuba novena, 11 oros, 11 platas y 7 bronces, total 29), el ocupante del décimo escaño, el Reino Unido, aunó 28 galardones (11-10-7-28). Los países que anclaron en el décimo lugar en cada edición de los Juegos sumaron entre 27 y 41 preseas en total, de ellas más de cinco doradas por nación: Reino Unido, 11 oros en Sydney, posición que repitió en Atenas con nueve; Francia en el 2008 ganó siete vellocinos dorados, al igual que Australia en Londres’12.
Brasil, del 2000 al 2012 cosechó su mayor botín en Atenas’04 (5-2-3-10) que le reportó el décimo sexto escaño. Sydney le había deparado el descenso al sitio 52 (0-6-6-12); cuatro años después escaló a la plaza 23 (3-4-8-15), y en Londres ascendió al puesto 22, gracias a (3-5-9-17).
Estas ubicaciones del Gigante Sudamericano ocurrieron en citas con cifras de participantes bastante cercanas: 10 651 en Sydney, 10 625 en Atenas; Beijing fue la excepción al tener 10 942; en tanto Londres admitió a 10 568, para competir entre 300-302 pruebas.
LA SEDE Y SU AÑORANZA
Río acomodará a 10 500 jóvenes para lidiar en 306 pruebas de 41 modalidades. Como es lógico, la sede participará en una mayor cantidad de lides en comparación con las que afrontó en ediciones precedentes, pues su actual condición de anfitrión le eximió de clasificarse en distintas disciplinas, proceso hoy complejo y encarecido económicamente.
Con la excepción de Grecia —lugar 17 en el 2000 y escaño 16 en Atlanta’96— las naciones sedes experimentan notables ascensos en el medallero. Por ejemplo, China, que en Atenas (32-17-14-63) venía detrás de Estados Unidos (36-39-26-101), asaltó el trono en Beijing (51-21-28-100) por (36-38-36-110) los estadounidenses, amén de que desde el 2004 sobrepasó a Rusia.
Australia en Sydney (16-25-17-58) concluyó cuarta, plaza refrendada después en la capital griega (17-16-16-49); bajó al sexto en Beijing (14-15-17-49) y fue décima en Londres (7-16-12-35). Son algunas muestras, entretanto Estados Unidos únicamente cedió el liderazgo en la capital china durante las cuatro citas mencionadas.
Brasil va tras un sueño: finalizar entre los diez primeros medallistas de Río. Los organizadores afirman que la cita dejará un legado para la historia. Esperemos, como se ha prometido, que esas instalaciones beneficien al pueblo cuando cierren los Juegos.
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