Tres que brillaron
La discóbola Yaimé Pérez, el saltador Juan Miguel Echeverría y el triplista Jordan Díaz demostraron la calidad del atletismo cubano
El año que casi culmina fue un periodo muy productivo para varias de las modalidades del atletismo en Cuba. La reciente inauguración de una nueva pista de entrenamiento en el capitalino Estadio Panamericano sirvió como colofón para cerrar una temporada de grandes resultados a nivel internacional y es un ejemplo claro de la permanente voluntad colectiva de conquistar nuevas metas.
Fueron varias las figuras de este ámbito que pusieron en alto la gloria de nuestro país en diversas competiciones del 2018, tres de las cuales mantuvieron una actuación relevante entre los más destacados a nivel mundial.
La discóbola Yaimé Pérez fue una de las que brilló al adueñarse de la primera posición en la Liga del Diamante y coronarse en la Copa Continental donde, en representación de América, venció a la favorita croata, Sandra Perkovic.
La santiaguera también se llevó la plata en el campeonato Mundial de Doha, Catar, y por todos sus resultados fue reconocida como la mejor atleta femenina del deporte individual en la Isla.
Otro que dio mucho de qué hablar fue el saltador Juan Miguel Echeverría, quien con solo 19 años participó en el Mundial bajo techo y se convirtió en el medallista de oro más joven en lides de este tipo, récord que ostentaba hasta entonces el también antillano Iván Pedroso.
Juan Miguel se proyecta como una de las figuras más prominentes del campo y pista, serio candidato a llevarse el metal dorado en los Panamericanos de Lima 2019 y a un lugar en el podio en las Olimpiadas de Tokio 2020.
Por otra parte, el jovencito Jordan Díaz descolló entre los más notorios del salto, pero en este caso de la modalidad triple. Díaz logró durante esta temporada la presea áurea en los Juegos Olímpicos de la Juventud, realizados en Buenos Aires, con una marca de 17,14 metros, el mejor registro para las tres ediciones de estos eventos.
El habanero, además, se impuso en el mundial para menores de 18 años con sede en Tampere, Finlandia, donde realizó el mejor impulso de la historia para su categoría en la disciplina.
A pesar de algunas limitaciones materiales y otras cuestiones que afectan el desarrollo del nivel de nuestros atletas, estos casos demuestran el talento y las potencialidades del deporte revolucionario en la Isla.
De cara a las competiciones del venidero 2019, estos tres deportistas y otros más que ya despuntan, tendrán la misión de continuar esforzándose en la preparación, para que el atletismo antillano siga brillando como la estrella de la bandera que lo representa.
