quinta-feira, 2 de agosto de 2018

XXIII JUEGOS CENTROAMERICANOS Y DEL CARIBE - BARRANQUILLA 2018


¡Mujeres de armas tomar!



La porfía de ayer en florete femenino por equipos, ganada a Venezuela 45 toques por 39, reafirmó a las vencedoras como un elenco de armas tomar, resultado que se suma a los de días anteriores para que Cuba gane este deporte y supere la actuación de Veracruz 2014

Foto: especial para Granma, Marcelino Vázquez
BARRANQUILLA, Colombia.— Guarden los instrumentos que el concierto terminó. Así dijeron los esgrimistas, conocedores de que ninguno de los otros siete países contendiente en la lid alcanzaría las seis preseas de oro de los antillanos.
Aunque este jueves los muchachos del florete y las jovencitas del sable, ambas justas por equipos, perdieran en esos choques conclusivos del torneo, las cinco preseas doradas aseguradas resultaban inalcanzables por Venezuela, que marchaba en la segunda posición del medallero, producto de dos primeros escaños.
Valga decir que la mayor característica desbordada por los líderes sobre la plataforma contigua al centro de prensa Puerta de Oro ha sido la combatividad y el compañerismo.
Incansable suena en la sala de competencias la conga improvisada por los tiradores cubanos, que, cuando algunos de sus coequiperos entraba en la liza, el resto del grupo, armado con corneta y un tanque de agua plásticos, y tomando la cazoleta de un sable para hacerla sonar como un cencerro, animaban a los suyos sin que rival alguno intentara aplacar el bullicio a favor de Cuba.
La porfía de ayer en florete femenino por equipos, ganada a Venezuela 45 toques por 39, reafirmó a las vencedoras como un elenco de armas tomar, resultado que se suma a los de días anteriores para que Cuba gane este deporte y supere la actuación de Veracruz 2014.

XXIII JUEGOS CENTROAMERICANOS Y DEL CARIBE - BARRANQUILLA 2018


Rose Mary no es tan mansa


La corredora cubana «dobló» en los 1 500 metros tras su victoria en 800 hace un par de días y repitió la corona. Es la cuarta mujer que logra tal hazaña, y la tercera que lo consigue en unos mismo Juegos




 Foto: IAAF

BARRANQUILLA. – A todos nos asombró que Rose Mary Almanza estuviera inscrita en la prueba de 1 500 metros, que se efectuaría 48 horas después de su victoria en la doble vuelta al óvalo del estadio Rafael Cotes, sede del atletismo en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe. Las razones de la sorpresa estaban claras: Almanza no llegó con tanto rodaje a Barranquilla, y el medio fondo no es un terreno que haya explorado con asiduidad en el pasado.
Sin embargo, la agramontina volvió a saltar a la pista, volvió a marcar el ritmo de la carrera, y nuevamente demostró más fuerza que sus rivales en los metros finales del evento, para rubricar marca de 4:22.14 minutos, superior a la boricua Angelin Marie Figueroa (4:22.52) y a la colombiana Rosibel García (4:23.43), ocupantes del segundo y tercer escaño, por ese orden.
Para Rose Mary esta victoria tiene un sabor especial, pues venció a las dos mujeres que han dominado la prueba en los Juegos desde Cartagena 2006, ambas colombianas, por cierto: Rosibel García y Muriel Coneo.
«Esperaba estar entre los tres primeros lugares, pero me sentía muy bien físicamente y sabía que podía llevarme el oro. Hace rato que no corro 1 500, desde febrero, e internacionalmente no lo había hecho, pero le dije al profesor que íbamos a intentarlo y que iba a salir bien», aseguró Almanza, todavía sin poder respirar en la zona mixta.
La camagüeyana reconoció que había sido un trazado complejo por los tropezones, traspiés y empujones que se dieron en la punta de carrera, donde varias atletas marcharon con un paso parejo. «No querían ir adelante y las traté de adaptar a mi ritmo, eso me ayudó a llegar al final con la fuerza necesaria para rematar», precisó la cubana, que ahora buscará un triplete inédito en el relevo 4x400.
Sin dudas, el paso de Almanza levantó de sus asientos a los pocos cubanos presentes en el Rafael Cotes, quienes también vibraron con la solvencia y la constancia en el heptalón de Yorgelis Rodríguez, monarca inapelable, superando por casi 500 puntos el récord de los Juegos, implantada por ella misma hace cuatro campañas.
La guantanamera de 23 años, una de las heptatlonistas de puntería en la actualidad mundial, fue la mejor en los 100 con vallas (13.60 segundos), el salto de altura (1.83 metros), la bala (14.23m) y la jabalina (48.96m), mientras culminó segunda en longitud (6.23m) y 800 (2:15.50 minutos) y tercera en 200 (24.56s), para totalizar 6 436 unidades.
Aunque salía como amplia favorita, Yorgelis tuvo que mantenerse muy enfocada, pues tuvo una gran resistencia de la local Evelis Jazmín Aguilar, quien rubricó su mejor marca personal con 6 285 puntos, aupada por su gente desde las tribunas. Esa rivalidad permitió que por primera vez en la historia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, dos mujeres superen las 6 000 rayas en el heptalón.
«He cumplido mi objetivo de ganar, estoy contenta. Tenía seguridad de que podría obtener la medalla, aunque no me encuentro al 100% físicamente, lo cual provocó que mis marcas no fueran las mejores. Estaba preparada psicológicamente para soportar la presión del público, porque la colombiana debía discutir conmigo. Ya al final llegué con ventaja y me dediqué a marcar detrás de ella en los 800 para terminar en primer lugar», explicó la guantanamera, segunda mujer –tras Magalys García– que gana en dos ediciones consecutivas el heptalón en los Centrocaribe.
LAS PINCELADAS
Más allá de las coronas alcanzadas en la jornada de miércoles, uno de los puntos más altos de Cuba en el Rafael Cotes fue la plata de Yoandys Lescay con marca de la temporada en la vuelta al óvalo, una revelación teniendo en cuenta que su carrera en preliminares no había llamado la atención. Pero el tunero siguió el paso del dominicano Luguelin Santos, subcampeón olímpico de Londres 2012 y se metió segundo con crono de 45.38 segundos.
Santos logró un notable 44.59, su mejor tiempo del año, y se convirtió en el quinto hombre que baja de los 45 segundos en una final centroamericana, privilegio reservado para el costarricense Nery Brenes (44.84 en Mayaguez 2010), y cubanos Alberto Juantorena (44.27 en Medellín1978-récord de los Juegos), Félix Stevens (44.98 en Santiago de los Caballeros 1986) y Roberto Hernández (44.84 en México 1990).
En otros resultados con podio para Cuba, la balista Yaniuvis López se colgó la plata en una final cerrada contra la trinitaria Cleopatra Ayesh Borel, quien ganó la competencia con un disparo de 18.14 metros en su quinto intento. Hasta ese momento la antillana lideraba la prueba con 18.03, idéntica marca a la de su rival, pero tenía un segundo disparo superior (            17.74 por 17.63).
Por su parte, Liadagmis Povea fue bronce en el triple, la prueba reina de la noche barranquillera, pues en acción estaba la estelar Caterine Ibarguen, dueña del show. La estelar saltadora había anunciado, tras ganar la longitud, que le quedaba su prueba favorita, lo cual, a la postre, fue una especie de anuncio sobre lo que podía lograr.
Y en efecto, Ibarguen rompió la marca de los Juegos (14.57 metros impuesta por ella misma en Veracruz) en cinco de sus seis saltos, pero solo en de ellos, coincidentemente los más largos (14.79 y 14.92), había el viento mínimo permitido para poder homologar un récord. Povea fue una espectadora de lujo y no quiso quedar por debajo, pues mejoró su marca del año hasta los 14.44 que la aseguró en el tercer escaño.
La cosecha cubana la cerró la joven jabalinista de 21 años Yulenmis Aguilar, quien alcanzó un bronce con disparo de 55.60 metros, inferior a los 59.54 de la colombiana María Murillo y a los 56.27 de la puertorriqueña Coraly Ortiz, ganadoras de los dos primeros escaños.
«Venía registrando 60 metros, pero ha sido un año difícil, con lesiones y problemas personales que me han impedido entrenar, sobre todo en los últimos meses. No salió el resultado que esperaba, aunque he ganado mi primera medalla internacional y creo que mejoraré poco a poco», expresó Aguilar, quien reconoció que la desesperación y la falta de ritmo fueron los principales motivos que lastraron su resultado.

XXIII JUEGOS CENTROAMERICANOS Y DEL CARIBE - BARRANQUILLA 2018

Huracán Cuba en Puerta de Oro


Las duplas cubanas de voleibol de playa pasaron como un huracán por las arenas colombianas y completaron el botín dorado

Maylen Delis y Leyla Martinez Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
BARRANQUILLA.– Los pocos cientos de personas que repletaron las escasas tribunas del voli playero en Puerta de Oro salieron contrariados por la inapelable derrota (21-8, 21-14) que sufrieron Diana Rios y Yulli Ayala ante las cubanas Maylen Delis y Leila Martínez, quienes pasaron como un auténtico huracán por las canchas cafeteras.
Las antillanas dieron una disertación de juego fluido, sin errores, con mucha efectividad en el saque, defensa y ataque, golpeando los puntos débiles de la dupla anfitriones, que se vio muy descoordinada y con algo de presión, superadas quizás por un momento que no pensaron vivir, pues pocos pronósticos las colocaban entre las finalistas.
Pese a que las cubanas otro elenco en el duelo decisivo, Leila confesó que habían estudiado también a las colombianas, teniendo en cuenta que, como sede, podían dar la sorpresa y avanzar. Además, la más experimentada del plantel cubano reconoció que el duelo más exigente que enfrentaron fue en semifinales contra Venezuela.
Maylen Delis y Leyla Martinez Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
«Nos concentramos en lo que teníamos que hacer, sobre todo después que nos ganaron un set. En ese momento supimos sacar la casta de Cuba y nos llevamos el decisivo, para venir a defender la corona de Veracruz», explicó Leila, quien fue faro y guía de Maylen, una jugadora joven con la que forma dupla desde hace poco tiempo.
Delis se vio muy segura en la línea delantera, no solo en el pleito con las colombianas, sino en todo el certamen, en el cual las nuestras solo perdieron un set.
Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
NIVALDO Y SERGIO, ORO CON SUSTO
Nivaldo Díaz y Sergio González no tuvieron un paseo de campeones en la final del voli playero, pero lograron superar a la dupla mexicana de Rodolfo Ontiveros y Juan R. Virgen, monarca de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, en un juego de constantes altibajos.
Los cubanos no se presentaron en su mejor jornada, y fueron presa de sus propios errores, sobre todo en la finalización del complejo uno y el servicio, aunque compensaron con un rendimiento defensivo espectacular, y desbancaron a los aztecas en tres parciales ajustados (23-21, 21-18 y 15, 13).
Fuertes en la net y muy seguros atrás, en particular Nivaldo, la dupla de la Mayor de las Antillas sorteó un primer set de múltiples obstáculos, en el cual los mexicanos perdieron la oportunidad de rematar después de haber remontado la desventaja inicial Para el segundo, el panorama dio un giro, y fueron entonces los chicos del Tri quienes marcaron el paso y forzaron el tie break.
«Fue un partido de alta exigencia. Las tácticas que nos planteamos salieron bien, pero hubo algunos errores producto del desgaste, el calor… Además, los mexicanos dieron guerra, se merecen todo nuestro respeto», sentenció Sergio Díaz minutos después de liquidar el encuentro, definido en un tercer set que parecía abierto a favor de los cubanos, pero que Ontiveros-Virgen levantaron hasta pegarse a solo dos unidades.
El empuje de los aztecas fue crucial para presionar a los cubanos, que fallaron demasiadas jugadas de rutina y pusieron en peligro su reinado, que parecía inquebrantable antes de comenzar el evento. «Los primeros partidos no fueron muy intensos. Sabemos que nuestro nivel es elevado y que podíamos dominar sin problemas, pero nunca descartamos a Venezuela, México y Colombia, estos últimos sobre todo por el hecho de ser sede.
«Poco a poco buscamos adaptarnos al clima, al calor, al balón, que es diferente al que hemos usado hasta ahora, y con tiempo ganamos confianza. En la final me salió todo en defensa, superé mis promedios de bolas levantadas, pero ellos estuvieron muy serios, contaron con oportunidades para ganar y las desaprovecharon», destacó Nivaldo, quien pesó muchísimo en el resultado final del encuentro con su extraordinaria faena en la zona zaguera.
Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial

INSCRIÇÕES ABERTAS PARA A COPA EMPRESARIAL DE SOCCER SOCIETY DE PALMAS

Por: Reinaldo Cisterna




Inscrições abertas para a Copa Empresarial de Soccer Society de Palmas - Divulgação

A Federação Tocantinense de Soccer Society estará organizando a Copa Empresarial e para Órgãos Públicos de Soccer Society nos meses de agosto e setembro deste ano.
Segundo o presidente da Federação Tocantinense de Soccer Society, Josivan Cantuário, poderão participar da competição empresas e órgãos públicos federais, estaduais e municipais e a composição das equipes poderá ser pela junção de atletas de até duas empresas de CPNJ diferentes ou por dois órgãos públicos, desde que comprovado por documento emitido pelo Setor de Recursos Humanos da Empresa ou órgão público.
Cada equipe poderá inscrever no máximo 18 atletas e no mínimo sete atletas com um técnico e um auxiliar técnico, com idade de 18 anos ou mais.
O valor da inscrição será de R$ 350,00 (Trezentos e Cinquenta Reais) por equipe.Este valor acima será apenas para uma empresa ou órgão público. Caso haja a junção de duas equipes o valor será de R$ 400,00 (Quatrocentos Reais).
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Hitos y maldiciones

Los Juegos Centroamericanos y del Caribe son la cita multideportiva regional más antigua del mundo, fundada hace 92 años. El atletismo no ha faltado nunca a estas lides, por lo que perfectamente puede haber pasado de todo en el campo y la pista, pero no siempre hay espacio para las novedades

La costarricense Andrea Vargas conquistó la medalla de oro en los 110 metros con vallas, con un crono de 12.90Foto: Diario Extra





















BARRANQUILLA.–Los Juegos Centroamericanos y del Caribe son la cita multideportiva regional más antigua del mundo, fundada hace 92 años. El atletismo no ha faltado nunca a estas lides, por lo que perfectamente puede haber pasado de todo en el campo y la pista, pero no siempre hay espacio para las novedades.
Así lo hemos constatado en Barranquilla, donde Costa Rica obtuvo la primera presea dorada de su historia en la rama femenina, y otra mujer, boricua, estrenó un club exclusivo y de enormes exigencias: medallista al menos una vez en distintas citas en 1 500, 3 000 con obstáculos, 5 000 y 10 000 metros, pruebas de medio y fondo que demandan un extraordinario desgaste físico.
Tras 26 vueltas a la pista del estadio Rafael Cotes, la puertorriqueña Beverly Ramos consiguió la plata en los 10 000 y completó un ciclo al que no muchos se han acercado. Por ejemplo, el mexicano Juan Luis Barrios, quien ganó la misma distancia aquí en Barranquilla, es ­monarca también en 1 500 y 5 000, pero nunca ha hecho el grado en los steeplechase (3 000 metros), una modalidad de mayor complejidad técnica.
En cambio, Beverly sí ha arriesgado en cada una de esas pruebas. Sus primeras preseas las consiguió en Mayagüez 2010, donde se llevó el título de los 5 000 y los 3 000 con obstáculos, y el bronce en los 1 500. En Veracruz 2014 repitió en los steeplechase, y ahora en Barranquilla ha completado su vitrina de lauros en las pruebas de fondo de la pista con una sufrida plata en los diez kilómetros.
Si de quebrar hitos hablamos, es obligada la referencia a la costarricense Andrea Vargas, chica de 22 años que dominó las vallas cortas con récord personal de 12.90 segundos, y regaló a su país la primera corona de su historia entre las mujeres, la cual representa, además, tan solo el segundo pergamino tico en la historia del atletismo en los Juegos, tras la conseguida hace ocho años por el corredor Nery Brenes (400 metros), en Mayagüez 2010.
Otro que rompió un maleficio de décadas fue Diego Del Real, quien acabó con la sequía de títulos de México en el martillo masculino, la cual se extendió por 72 años. Como curiosidad, la última vez que un exponente azteca de la especialidad ganó el título fue, precisamente, en Barranquilla, sin dudas una ciudad mágica para los martillistas mexicanos.
Del Real llegó hasta los 74,95 metros, récord de los Juegos, y lo más impresionante, lo hizo en el penúltimo intento, justo después de que el cubano Reinier Mejías lo pusiera a prueba con un 73,28, válido a la postre para el segundo lugar. Ellos fueron superiores al monarca defensor, Roberto Janet, dueño de un 73,11.
Y si esa maldición mexicana cayó finalmente, nadie ha podido acabar con la proeza cubana en el disco femenino, prueba dominada ininterrumpidamente por la Mayor de las Antillas desde 1962, cuando Caridad Agüero puso en órbita el implemento en Kingston 1962.
Cincuenta y seis años después, el disco sigue su camino por las alturas, sin sombras de derrotas en cada una de las últimas 13 participaciones de Cuba en las lides regionales, la más reciente con Yaimé Pérez como protagonista al implantar récord de 66 metros y mejorar su plata de Veracruz.
Sin embargo, Cuba no logra sacarse la piedra en el zapato del salto de longitud entre los hombres, el cual, pese a nuestra gran tradición, no se gana en eventos regionales desde Maracaibo 1998, con Iván Pedroso como figura cumbre. Todos pensábamos que Barranquilla supondría el fin de la sequía, pero una desafortunada lesión de Juan Miguel Echevarría le impidió competir.

XXIII JUEGOS CENTROAMERICANOS Y DEL CARIBE - BARRANQUILLA 2018

Un tren blindado


La selección masculina cubana de balonmano es una roca, un muro de músculos que cuesta trabajo sortear en cualquier sector de la cancha, tanto en sus embestidas mortales cuando atacan, como en su juego defensivo, basado en férreas marcas personales y relevos constantes para cerrar espacios.

Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
BARRANQUILLA.– Jugar balonmano es más complicado de lo que parece. Podemos verlo como un deporte sencillo, a fin de cuentas, se trata solo en meter goles con las manos. Sin embargo, para armar un buen elenco se necesitan de muchos pequeños detalles, conocimientos tácticos y técnicos, y cualidades físicas especiales.
En el balonmano se corre sin cesar, se mueve el balón de un lado a otro, se pelea cuerpo a cuerpo en la zona de marca, donde las batallas son serias. Para aguantar un partido de 60 minutos hay que estar muy bien curtido, y no solo tres o cuatro hombres puntuales del plantel, sino todos los que integran la escuadra.
Cuando uno observa a la selección masculina cubana, incluso antes de que tomen la pelota en la mano y comiencen a driblar y disparar, uno concientiza de que ese equipo es una roca, un muro de músculos que cuesta trabajo sortear en cualquier sector de la cancha, tanto en sus embestidas mortales cuando atacan, como en su juego defensivo, basado en férreas marcas personales y relevos constantes para cerrar espacios.
Así lo demostraron durante la final de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, en la cual desbancaron con relativa comodidad (29-18) a Puerto Rico. Este fue el broche de oro a una actuación impecable en Barranquilla, donde ganaron invictos (5-0), con 172 goles anotados y 85 permitidos, más del doble de perforaciones.
El duelo conclusivo contra los boricuas no llegó a ser un monólogo de Guillermo Corzo, Yankiel Cruzata, Pavel Caballero o Ángel Rivero, algunas de las figuras de referencia en el conjunto, pero Cuba dominó con tranquilidad, martilló en los trances decisivos, sobre todo en la segunda mitad, cuando verdaderamente aplicó su poderío físico (todos los jugadores miden seis pies o más y superan los 75 kilógramos de peso).
«Es el equipo soñado por cualquier entrenador, porque las diferencias entre los titulares y la banca son mínimas. Además, hemos madurado mucho, tenemos una gran coordinación en el sistema defensivo y ofensivo. Mucho ha tenido que ver la inserción de varios de nuestros jugadores en ligas profesionales, lo cual les ha permitido mejorar su nivel competitivo y técnico-táctico», precisó Franklyn Guevara, presidente de la Federación Cuba y comisionado nacional.
Este es el regreso idílico del balonmano cubano a cima regional, no solo por el hecho de retomar una posición de honor que no alcanzaban desde la cita de Ponce 1993, hace ya 25 años, sino también por contar con una generación prometedora, un verdadero tren blindado que debemos seguir de cerca, porque al parecer todavía está arrancado.
Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial
Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial

Velocista jamaicano quebra recorde de Usain Bolt que durava 22 anos; entenda

Nickecoy Bramwell, de 16 anos, é tido como uma das principais promessas do atletismo no país Nickecoy Bramwell bateu recorde de Usain Bolt e...