quinta-feira, 2 de agosto de 2018

XXIII JUEGOS CENTROAMERICANOS Y DEL CARIBE - BARRANQUILLA 2018


Rose Mary no es tan mansa


La corredora cubana «dobló» en los 1 500 metros tras su victoria en 800 hace un par de días y repitió la corona. Es la cuarta mujer que logra tal hazaña, y la tercera que lo consigue en unos mismo Juegos




 Foto: IAAF

BARRANQUILLA. – A todos nos asombró que Rose Mary Almanza estuviera inscrita en la prueba de 1 500 metros, que se efectuaría 48 horas después de su victoria en la doble vuelta al óvalo del estadio Rafael Cotes, sede del atletismo en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe. Las razones de la sorpresa estaban claras: Almanza no llegó con tanto rodaje a Barranquilla, y el medio fondo no es un terreno que haya explorado con asiduidad en el pasado.
Sin embargo, la agramontina volvió a saltar a la pista, volvió a marcar el ritmo de la carrera, y nuevamente demostró más fuerza que sus rivales en los metros finales del evento, para rubricar marca de 4:22.14 minutos, superior a la boricua Angelin Marie Figueroa (4:22.52) y a la colombiana Rosibel García (4:23.43), ocupantes del segundo y tercer escaño, por ese orden.
Para Rose Mary esta victoria tiene un sabor especial, pues venció a las dos mujeres que han dominado la prueba en los Juegos desde Cartagena 2006, ambas colombianas, por cierto: Rosibel García y Muriel Coneo.
«Esperaba estar entre los tres primeros lugares, pero me sentía muy bien físicamente y sabía que podía llevarme el oro. Hace rato que no corro 1 500, desde febrero, e internacionalmente no lo había hecho, pero le dije al profesor que íbamos a intentarlo y que iba a salir bien», aseguró Almanza, todavía sin poder respirar en la zona mixta.
La camagüeyana reconoció que había sido un trazado complejo por los tropezones, traspiés y empujones que se dieron en la punta de carrera, donde varias atletas marcharon con un paso parejo. «No querían ir adelante y las traté de adaptar a mi ritmo, eso me ayudó a llegar al final con la fuerza necesaria para rematar», precisó la cubana, que ahora buscará un triplete inédito en el relevo 4x400.
Sin dudas, el paso de Almanza levantó de sus asientos a los pocos cubanos presentes en el Rafael Cotes, quienes también vibraron con la solvencia y la constancia en el heptalón de Yorgelis Rodríguez, monarca inapelable, superando por casi 500 puntos el récord de los Juegos, implantada por ella misma hace cuatro campañas.
La guantanamera de 23 años, una de las heptatlonistas de puntería en la actualidad mundial, fue la mejor en los 100 con vallas (13.60 segundos), el salto de altura (1.83 metros), la bala (14.23m) y la jabalina (48.96m), mientras culminó segunda en longitud (6.23m) y 800 (2:15.50 minutos) y tercera en 200 (24.56s), para totalizar 6 436 unidades.
Aunque salía como amplia favorita, Yorgelis tuvo que mantenerse muy enfocada, pues tuvo una gran resistencia de la local Evelis Jazmín Aguilar, quien rubricó su mejor marca personal con 6 285 puntos, aupada por su gente desde las tribunas. Esa rivalidad permitió que por primera vez en la historia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, dos mujeres superen las 6 000 rayas en el heptalón.
«He cumplido mi objetivo de ganar, estoy contenta. Tenía seguridad de que podría obtener la medalla, aunque no me encuentro al 100% físicamente, lo cual provocó que mis marcas no fueran las mejores. Estaba preparada psicológicamente para soportar la presión del público, porque la colombiana debía discutir conmigo. Ya al final llegué con ventaja y me dediqué a marcar detrás de ella en los 800 para terminar en primer lugar», explicó la guantanamera, segunda mujer –tras Magalys García– que gana en dos ediciones consecutivas el heptalón en los Centrocaribe.
LAS PINCELADAS
Más allá de las coronas alcanzadas en la jornada de miércoles, uno de los puntos más altos de Cuba en el Rafael Cotes fue la plata de Yoandys Lescay con marca de la temporada en la vuelta al óvalo, una revelación teniendo en cuenta que su carrera en preliminares no había llamado la atención. Pero el tunero siguió el paso del dominicano Luguelin Santos, subcampeón olímpico de Londres 2012 y se metió segundo con crono de 45.38 segundos.
Santos logró un notable 44.59, su mejor tiempo del año, y se convirtió en el quinto hombre que baja de los 45 segundos en una final centroamericana, privilegio reservado para el costarricense Nery Brenes (44.84 en Mayaguez 2010), y cubanos Alberto Juantorena (44.27 en Medellín1978-récord de los Juegos), Félix Stevens (44.98 en Santiago de los Caballeros 1986) y Roberto Hernández (44.84 en México 1990).
En otros resultados con podio para Cuba, la balista Yaniuvis López se colgó la plata en una final cerrada contra la trinitaria Cleopatra Ayesh Borel, quien ganó la competencia con un disparo de 18.14 metros en su quinto intento. Hasta ese momento la antillana lideraba la prueba con 18.03, idéntica marca a la de su rival, pero tenía un segundo disparo superior (            17.74 por 17.63).
Por su parte, Liadagmis Povea fue bronce en el triple, la prueba reina de la noche barranquillera, pues en acción estaba la estelar Caterine Ibarguen, dueña del show. La estelar saltadora había anunciado, tras ganar la longitud, que le quedaba su prueba favorita, lo cual, a la postre, fue una especie de anuncio sobre lo que podía lograr.
Y en efecto, Ibarguen rompió la marca de los Juegos (14.57 metros impuesta por ella misma en Veracruz) en cinco de sus seis saltos, pero solo en de ellos, coincidentemente los más largos (14.79 y 14.92), había el viento mínimo permitido para poder homologar un récord. Povea fue una espectadora de lujo y no quiso quedar por debajo, pues mejoró su marca del año hasta los 14.44 que la aseguró en el tercer escaño.
La cosecha cubana la cerró la joven jabalinista de 21 años Yulenmis Aguilar, quien alcanzó un bronce con disparo de 55.60 metros, inferior a los 59.54 de la colombiana María Murillo y a los 56.27 de la puertorriqueña Coraly Ortiz, ganadoras de los dos primeros escaños.
«Venía registrando 60 metros, pero ha sido un año difícil, con lesiones y problemas personales que me han impedido entrenar, sobre todo en los últimos meses. No salió el resultado que esperaba, aunque he ganado mi primera medalla internacional y creo que mejoraré poco a poco», expresó Aguilar, quien reconoció que la desesperación y la falta de ritmo fueron los principales motivos que lastraron su resultado.

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