SERIE DEL CARIBE
Banda de derechos contra Yohan Flande
El mentor de los Alazanes de Granma, Carlos Martí, anunció cambios radicales en la alineación proyectada en jornadas anteriores de cara al debut contra el zurdo Yohan Flande, de los Tigres del Licey
CULIACÁN, Sinaloa.— En la noche de este martes, pocas horas después de arribar a suelo mexicano, el manager Carlos Martí dio a conocer su alineación de cara al debut cubano en la 59 Serie del Caribe contra los dominicanos Tigres del Licey, máximos ganadores de coronas en estas lides con diez.
El veterano estratega sorprendió con un orden plagado de derechos, en el cual sobresalen las ausencias de Roel Santos y Guillermo Avilés, dos de los mejores bateadores de los Alazanes granmenses en la reciente final frente a los Tigres de Ciego de Ávila, así como la inclusión de Víctor V. Mesa en el tope de la alineación.
A todas luces, pesó —y mucho— en la decisión el hecho de que el abridor quisqueyano será el zurdo de 31 años Yohan Flande, quien ahora tendrá que batirse frente a una artillería totalmente derecha, en la cual tampoco fue incluido el torpedero Yordan Manduley, a nuestro entender espectacular e imprescindible para garantizar una defensa élite en la línea central.
La alineación quedó conformada por Víctor V. Mesa (CF), Yunior Paumier (3B), Alexander Ayala (SS), Alfredo Despaigne (BD), William Saavedra (1B), Denis Laza (LF), Carlos Benítez (2B), Frank Camilo Morejón (C) y Yoelkis Céspedes (RF).
Sin el tacto y la capacidad para embasarse de Santos, o el poder de Avilés, la novena pierde un poco de dinamita. Contrario a lo que pudiera pensarse, Roel no tuvo piedad con los zurdos durante la campaña beisbolera cubana, en la cual les promedió 367, con tres dobles y su casilla de ponches inmaculada en 35 comparecencias al plato.
En cambio, Denis Laza (273) y Yoelkis Céspedes (190-12 ponches), jardineros incluidos en la alineación titular, no lograron una producción notable frente a los hombres de la llamada mano equivocada, a los cuales Víctor Víctor sí les produjo con facilidad en toda la campaña con los Cocodrilos de Matanzas.
Además, tanto el zurdo de Niquero como Avilés terminaron la temporada a todo tren: el inicialista como uno de los máximos impulsadores de los play off, y Santos creando dificultades en labores de hombre proa. Justo por esas razones apoyamos a Carlos Martí cuando nos comentó que Avilés jugaría en cualquier variante, pero luego la dirección colegió una decisión opuesta.
Ahora ellos mirarán los toros desde la barrera, esperando la más mínima oportunidad para entrar, que posiblemente se materialice más temprano si explota el abridor zurdo de los Tigres del Licey.
¿QUIÉN ES YOHAN FLANDE?
Ya lo habíamos mencionado, Yohan Flande será el encargado de la apertura dominicana contra Cuba en el estadio Nuevo de Tomateros, donde Tigres y Alazanes abren el calendario competitivo de esta Serie del Caribe.
El zurdo no ha navegado con suerte en sus esporádicas salidas en la Grandes Ligas estadounidenses, pero en circuitos de los niveles inferiores ha tenido la oportunidad de trabajar y trabajar, con más de 300 juegos lanzados en 11 años de carrera.
Su mejor temporada fue en el 2009, cuando ganó 11 partidos, perdió cinco y tuvo efectividad de 3.48 en 152.2 innings (26 aperturas), con 117 ponches, todo ello con las sucursales de los Phillies de Philadelfia en los niveles Clase A y AA.
Más recientemente (2015), ya en las granjas de los Rockies de Colorado, culminó con balance de 8-3 y promedio de limpias de 3.91 en 12 aperturas.
En sentido general, ha ganado 78 juegos con 81 derrotas en 11 años dando vueltas por las Ligas Menores de Estados Unidos y la pelota profesional dominicana. Su tasa de ponches cada nueve innings es de un aceptable 5.3, pero sus promedios de jits y jonrones en el mismo lapso asciende hasta los 9.3 y 1.3, respectivamente, demasiado elevados.
Esta temporada baja con los Tigres del Licey resultó uno de los serpentineros claves. De acuerdo con los reportes de los scouts, Flande puede ser un lanzador complicado para Cuba, sobre todo por su experiencia y el dominio de un cambio de velocidad, envío muy poco explotado en las Series Nacionales que afecta a los bateadores antillanos.
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