Las ciudades de Doha y Shanghai no han contado con mucha participación cubana en los compases iniciales de la Liga de Diamante 2018, en la cual las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero abrieron el camino antillano con medallas de plata y bronce
Las ciudades de Doha y Shanghai no han contado con mucha participación cubana en los compases iniciales de la Liga de Diamante 2018, en la cual las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero abrieron el camino antillano con medallas de plata y bronce en la cita catarí. Sin embargo, estas dos primeras paradas de la lid sí han dejado mensajes para nuestros exponentes del campo y pista de cara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia.
Las señas están vinculadas con potenciales contrarios de la lid regional, donde, justamente, el atletismo cubano pretende ganar cerca del 20 % de los títulos de la delegación. Para materializar ese objetivo, los favoritos deberán lograr un alto nivel de eficiencia, mientras que las figuras de segunda línea tendrán que crecerse en un escenario de máxima rivalidad, en el que algunas naciones podrían presentar a sus principales exponentes.
Por ejemplo, una gran cantidad de pronósticos colocan a la subtitular olímpica y campeona mundial de la pértiga, Yarisley Silva, como la favorita para subir a lo más alto del podio en Barranquilla, pero contará con un notable escollo en la venezolana Robeilys Peinado, quien saltó hasta 4,64 metros en la presente temporada.
La joven de 20 años no es un manjar, y lo demostró hace un par de semanas en Doha, donde concluyó con la misma marca que las ganadoras de la plata (Holly Bradshaw) y el bronce (Katie Nageotte), pero por fallos acumulados en anteriores saltos perdió la oportunidad de luchar por las medallas.
Muchas esperanzas se han cifrado también en la balista Yaniuvis López, subcampeona en la pasada versión de los Centrocaribe en Veracruz, México. La santiaguera quiere mejorar su resultado, pero podría encontrar una piedra en el camino si se presenta la jamaicana Danniel Thomas-Dodd, dueña de la séptima marca de la temporada (19,36 metros) y subtitular del Diamante en Shanghai.
El triple salto femenino, especialidad que Cuba ganó en tres de las primeras cuatro competencias desde su irrupción en 1993 en el calendario regional, no parece ser ahora un bastión de la Mayor de las Antillas. En honor a la verdad, y salvo sorpresa, seremos meros espectadores del duelo entre la anfitriona Caterine Ibargüen y la venezolana Yulimar Rojas, medallistas mundiales y olímpicas, quienes podrían encontrar resistencia si se presentan las jamaicanas Kimberly Williams y Shanieka Ricketts.
En el salto de altura, modalidad en la que se prevé la incursión de la heptatlonista Yorgelis Rodríguez para aumentar las opciones de preseas, la pugna tampoco es sencilla, porque probablemente la lucha sea contra la monarca defensora Levern Spencer (Santa Lucía), dueña del segundo mejor registro (1,95 metros) del 2018.
De esa misma nación podría presentarse Jeannelle Scheper, quien ha llegado hasta 1,89 este año.
Por supuesto, también hay muchas dudas por lo que puedan hacer los especialistas de velocidad frente a las armadas de Jamaica, Bahamas o Trinidad y Tobago, las cuales, incluso con sus segundas figuras, son duros de roer, algo similar a lo que sucede en el medio fondo con mexicanos, venezolanos y colombianos.
Podríamos pensar que, en la lid regional en suelo cafetero, por desarrollarse en medio del verano (momento cumbre de la temporada atlética), no se presentarán las principales figuras del campo y pista, pero es válido destacar que las competencias del deporte rey en Barranquilla coincidirán con el impasse de casi un mes que tendrá la Liga de Diamante, entre el 21 de julio (oncena fase en Londres) y el 18 de agosto (duodécima parada en Birmingham).
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