Oros en Colombia y Canadá
Saily Viart llegó casi a 18 metros en bala en la altura de Cali, que no ayudó a Andy González para la mínima en 800 metros, aunque ambos ganaron. Iribarne volvió a superar a Portilla en las vallas altas, en Canadá. Y Yorgelis Rodríguez consiguió buen 6.25 en longitud sin completar el heptatlón en Ratingen.
Saily Viart y Andy González en la colombiana ciudad de Cali, y Roger V. Iribarne en la canadiense Universidad de Guelph, añadieron medallas de oro a la cosecha del sábado por parte del atletismo cubano en distintos escenarios internacionales.
La joven avileña de 20 años que recién se ganó en La Habana el boleto olímpico para Río en impulsión de la bala casi llegó a los 18 metros en suelo caleño. Incrementó por tercera vez en este mes de junio su marca personal, ahora hasta 17.94. Primero fue 17.67 y luego 17.80 para dejar atrás la marca exigida de 17.75.
Es verdad que ese resultado podría ni alcanzar para incluirse entre las doce finalistas olímpicas, pero lo que debe valorarse en cada caso por separado es el espíritu y la materialización del progresivo rendimiento de cara al futuro. Si sus parciales no la estimulan, entonces no se quienes lo harán.
A Saily Viart le convino la altitud de Cali de poco más de mil metros sobre el nivel del mar, pero dicha condición es contraproducente para Andy González y sus pretensiones de hacer el mínimo olímpico de 1:46.00 en las dos vueltas al óvalo atlético.
El habanero doble campeón de 800 y 1 500 metros en Veracruz 2014, pellizcó en el último Memorial Barrientos la norma con 1:46.04, pero en Cali, aunque también se coronó dejando bien atrás a sus rivales, no pudo mejorar de 1:46.87.
La heptatleta Yusleidis Mendieta también acudió a la lid persiguiendo la clasificación olímpica de 6 200 puntos. Ella logró 6 022 en marzo y no ha podido subir. A juzgar por su primer día de 3 349 puntos y cuarto lugar general tampoco lo conseguirá en esta ocasión. Corrió las vallas en 13.79, saltó 1.68 en altura, impulsó la bala a 12.52 y corrió en 25.80 los 200 metros lisos.
Con mejores opciones aparece un trío que desde hace rato compite con el boleto a Río fijo en sus cabezas. La colombiana Evelis J. Aguilar comanda con 3 656 puntos, acechada por la puertorriqueña Alysbeth Félix, 3 649, y en tercera plaza la paraguaya Ana C. Pirelli, 3 558.
IRIBARNE DE NUEVO
La segunda victoria del veinteañero Roger V. Iribarne en suelo canadiense, ahora en 13.76 en el GP Speed River Inferno de la Universidad de Guelph, reviste la paradoja de no estar clasificado para Río y es el único cubano ganador internacional este año en 110 metros con vallas.
La velocista Ariallis Gandulla cronometró 23.33 en el doble hectómetro y aseguro una medalla de plata frente a la estadounidense Kim Hyacinthe (23.24), mientras el bronce correspondió a la local Farah Jacques (23.72).
De nuevo con Iribarne, el miércoles pasado corrió 13.60 en la Universidad de St. Mary. En ambos casos los PDF de resultados señalan 1 metro por segundo de aire en contra. También los dos cronos ganadores constituyen records para esas competencias. Igual las dos veces superó al más avezado compatriota Jhoanis Portilla, descalificado en la primera y su escolta plateado en la segunda, con 13.83. Bronce para el decatleta canadiense Damian Warner (13.90).
Se afirma que el espigado habanero cuenta con las mejores perspectivas para la especialidad por su físico en primer lugar. Pero es el menos experimentado, juvenil el año pasado y en este su mejor crono es un 13.53 local. El mínimo olímpico lo fijaron en 13.47 y solo quedan tres plazas disponibles en este minuto para asegurarse en la cuota de 40 participantes.
Yordan O’Farrill (13.23), Portilla (13.30) y Dayron Robles (13.32) tienen los cupos de Cuba asegurados por dichas marcas en el 2015. Este año los dos primeros lo mejor que tienen es 13.51, en La Habana. Dayron, con muchas lesiones, ni siquiera ha competido, aunque tuvo base de preparación en República Dominicana y recientemente pudo incorporarse al grupo de Europa, donde marchó hace casi un mes O’Farrill, sin ganar ni descollar hasta hoy.
Pero al ser los más avezados puede que sorprendan agradablemente en el momento indicado, como hicieron el año pasado O’Farrill y Portilla en los Panamericanos de Toronto 2015. Todo es cuestión de esperar.
YORGELIS 6.25 EN LONGITUD
Que haya logrado estirarse hasta 6.25 metros en salto de longitud fue la mejor noticia de Yorgelis Rodríguez en la fecha dominical del heptatlón de Ratingen que no pudo completar.
Después de la modificación introducida este año por su entrenador en la ejecución del salto no había rebasado los 6 metros, por lo que satisface el acercamiento a su mejor marca de 6.35.
En jabalina su 42.95 estuvo lejos del máximo personal de 48.70. Y abandonó en el cierre de los 800 metros. Recordamos que el sábado fue descalificada en los iniciales 100 con vallas por dos arrancadas en falso, tras lo cual decidió aprovechar de todas formas el fogueo y empató su mejor resultado de 1.87 en salto de altura. Su compañero Leonel Suárez se retiró del decatlón luego de bajos rendimientos en las tres primeras pruebas con mucha lluvia.
Esas condiciones climáticas adversas para unos resultan casi habituales para otros como la campeona británica Jessica Ennis-Hill, quien en su debut del presente 2016 estampó 6 733 puntos, el segundo mejor total del mundo detrás del 6 765 de la canadiense Brianne Theisen Eaton, en Gotzis.
Dicho resultado corrió del séptimo al octavo escaño el 6 307 habanero de la cubana Rodríguez, quien con ese resultado más o menos pudiera haber alcanzado bronce en la lid germana, después de la local Carolin Schafer (6 476) y mejor que otra de casa Jennifer Oeser (6 058).
Entre los nueve de 17 que terminaron el decatlón destacó el 8 606 del germano Arthur Abele que desplazó en la lista mundial del año el 8 523 del canadiense Damian Warner, en Gotzis y movió el 8 347 del cubano Suárez del cuarto al quinto peldaño.
Los alemanes fijaron como eliminatoria olímpica particular esta parada del Desafío Mundial de Pruebas Combinadas 2016, pero salvo la faena de Abele y en menor medida la del subtitular Kai Kazmirek —adelantó cinco puntos el total anual con 8 323—, sus otros ocho aspirantes acusaron los rigores climáticos y competitivos. Patrick Scherfose apenas fue cuarto con 7 561 puntos, aventajado por otro discreto total de 7 659 que valió el bronce al holandés Pelle Rietveld.
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