En la ceremonia de clausura en el mítico estadio Maracaná, se produjo la última entrega de medallas de los Juegos, a los vencedores de la maratón varonil
Río 2016 ya es historia. La XXXI Olimpiada ya es historia. Los primeros Juegos Olímpicos celebrados en Sudamérica ya son historia. La lid bajo los cinco aros de la urbe carioca bajó sus cortinas este domingo, con la ceremonia de clausura efectuada en el mítico Estadio Jornalista Mário Filho, o simplemente Maracaná.
En ese templo del fútbol brasileño se apagó la llama olímpica, que desde el 5 de agosto pasado arde y es testigo de las múltiples hazañas atléticas, y se entregó el relevo de la cita estival a Tokio, la gran ciudad japonesa que organizará el magno evento dentro de cuatro años.
“Llegamos como huéspedes, nos vamos como amigos. Fueron unos Juegos maravillosos, en la Ciudad Maravillosa”, sentenció el presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach, quien dio por clausurados los Juegos en medio de una colorida ceremonia de despedida, aderezada por todo el sabor del Carnaval de Río, emblema brasileño.
Si bien en la apertura hubo un claro mensaje medioambiental, ahora predominó un ambiente más callejero. “La idea es hablar del arte creado por la gente, y es por eso que el Carnaval es un aspecto ineludible”, explicó la directora creativa del espectáculo Rosa Magalhães.
Como en el adiós de Londres hace cuatro años, cuando los brasileños ocuparon una parte de la clausura, ahora la próxima sede tuvo un espacio especial, preámbulo de lo que viene en Tokio 2020, con una puesta en escena basada en las milenarias tradiciones culturales de Japón y las crecientes innovaciones tecnológicas del país asiático.
“Queremos mostrarle no solo a las personas de Río, sino también de todo el mundo que estamos muy entusiasmados de ser sede de los Juegos en 2020”, comentó Hidemasa Nakamura, director de planificación del espectáculo de inauguración.
Lo cierto es que su presentación no desentonó en lo más mínimo, con la presencia de dibujos animados y videojuegos como protagonistas fundamentales, tanto que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, interpretó el popular personaje Super Mario de los juegos de consola.
Además, se produjo la última entrega de medallas de los Juegos, a los vencedores de la maratón varonil. El oro fue para Eliud Kipchoge, de Kenya, la plata del etíope Feyisa Lilesa y el bronce en manos de Galen Rupp, de Estados Unidos.
El presidente del Comité de Río 2016, Carlos Nuzman, expresó que la ciudad ha sido el mejor lugar del mundo, y allí se ha visto el triunfo del deporte, motivo para disfrutar. “Los Juegos de Río quedarán para siempre en la memoria de los hombres y mujeres que los hicieron realidad. Muchas gracias a todos y suerte para Tokio 2020”.
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