El show de Ibarguen
Colombia y Barranquilla habían marcado el 30 de julio con letras doradas a la espera de Caterine Ibarguen, quien no decepcionó y ganó oro en el salto de longitud. Ahora le espera el triple
BARRANQUILLA– Esbelta, elegante, sonriente, con la cabellera brillante y suelta, Caterine Ibarguen dio unos 15 o 20 pasos durante su carrera de impulso, regaló un montón de centímetros en la tabla, despegó y regó la arena allá, lejos, donde nadie más pudo llegar. El resto de la historia la pueden imaginar: la mejor saltadora de Colombia en la historia dio una vuelta olímpica con la bandera del país cafetero, festejando con los suyos un título seguro.
La antioqueña fue el show de la noche en el estadio Rafael Cotes, opacando cualquier otro evento, incluso, la siempre atractiva final de los 100 metros planos, protagonizada en este caso por una estrella (en declive) como Nesta Carter, de los pocos humanos que puede presumir de haber corrido junto al rayo Usain Bolt.
Ibarguen, reina indiscutible de Colombia, uno de los grandes tesoros de la nación, decidió competir en el salto largo a fin buscar una presea adicional para su país, que sigue enfrascado en la lucha por el segundo lugar del medallero con Cuba, ya sin pensar demasiado en México, indiscutible dominador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Su primera demostración fue convincente, con brinco de 6.56 metros, el cual le hubiera valido para conquistar la corona regional, pues ninguna de sus rivales pasó de 6.51 en una noche con mucho viento. Y justamente este factor le amargó un tanto la vida a Ibarguen, quien rompió dos veces (6.74 metros y 6.83) el récord de la justa (6.67), en poder de la trinitaria Rhonda Watkins desde el 2010, pero ninguno de esos brincos fueron homologados al ser realizados con viento superior a los 2.0 metros por segundo.
«El objetivo era aportar al medallero, por eso me presenté en la longitud, pero ahora vendrá el triple, mi prueba, en la que soy experta, la que me dio a conocer al mundo. Eso tendrá, sin dudas, un sabor diferente, y espero que todo sea igual o mejor ante este gran público de Barranquilla», expresó la antioqueña en breves declaraciones al terminar la competencia.
Ibarguen agradeció a Dios por el talento que le dio y también al gobierno de su país por acoger a atletas de tantas nacionalidades. «El deporte es nuestra pasión, nuestra vida, y vivir esta fiesta es incomparable. Los amamos, gracias».
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