Este martes estará por la misma gloria, Manrique Larduet, quien no desiste pese al contratiempo que significa su lesión en el tobillo
RÍO DE JANEIRO.—El orgullo patrio llenó la Arena Carioca 2, de esta ciudad, cuando Mijaín López le dio a Cuba su segunda medalla de oro en estos XXXI Juegos Olímpicos y él se convirtió en tricampeón olímpico o sencillamente como le dicen en la familia de la lucha, en el Rey.
Certero plan táctico ajustado a sus condiciones actuales, depurada técnica y derroche de coraje y entrega en el combate final frente al único hombre que lo ha vencido en nueve años, el turco Riza Kapaal, hicieron vibrar de emoción no solo a Cuba, sino al mundo.
Este martes estará por la misma gloria otro gigante, el pequeño Manrique Larduet, quien no desiste pese al contratiempo que significa su lesión en el tobillo derecho. Estará optando en paralelas y la barra fija. La campeona mundial Denia Caballero, en el disco irá a otro duelo con la croata Sandra Petkovic y junto a ella estará su compañera Yaimé Pérez.
En la lucha Yasmani Lugo y Miguel Martínez, son las opciones y cuatro boxeadores seguirán su camino. Lenier Peró, Julio C. la Cruz, Robeisy Ramírez y Yasniel Toledo, son los que escalarán el ring.
Y si Sergio González y Nivaldo Díaz vencieran al binomio ruso en el partido que comenzó, a las 12 de la noche, cuando ya estaba cerrada esta edición, estarían hoy en semifinales, en otra histórica e inédita proeza del deporte cubano.
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